!Nació pobre! Que comer no tenía el pobre niño;
falto de pan y cariño, empezó el mundo á correr.
Creció; la necesidad le hizo buscar el sustento;
pidió, y vió con sentimiento que no hallaba caridad.
Juntóse con granujillas,cual él sucios andrajosos,
que vendían, afanosos, periódicos y colillas.
Su lecho era el duro quicio de un portal; y si llovía,
con el cielo se cubría (!Cobertor no muy propio!).
No pocas veces tenía el hambre por alimento;
otrasmahíto y contento, sobras del cuartel comía.
Llegó un día en que le dió verguenza hacer todo esto,
y con esperanza presto buscó trabajo...!y no halló!
Hambreiento y desesperado volvió los ojos al vicio
y cayó en el precipicio á que estaba destinado.
La sociedad, ofendida, al pilluelo castigó
porque el sustento robó para conservar la vida.
Eugenio M.Arias.
La Revista Socialista _ Madrid, 1 de marzo de 1906.
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